El mayor proveedor de piezas del Boeing 737MAX, la compañía Spirit AeroSystems, anunció el pasado viernes, 10 de enero, el despido de 2.800 empleados de sus instalaciones de Wichite (Kansas), que se hará efectivo a finales de este mes.

Según ha informado Aviación al día, la compañía asegura que ha tomado esta decisión por la suspensión de la producción de este avión, cuya flota permanece en tierra desde el pasado marzo, tras protagonizar dos accidentes mortales, en tan solo cinco meses, en Indonesia y Etiopía. Y es que este modelo representa el 50% de su facturación anual.

En concreto, Spirit se encarga de la fabricación del fuselaje y de las piezas del motor del 737MAX, lo que supone el 70% de la estructura del aparato. La empresa ya había producido material para 52 aeroplanos, un mes antes de que Boeing anunciara su decisión de paralizar la producción. 

La compañía detalló en un comunicado, que prevé "reducciones de personal más pequeñas", a finales de este mes, en sus plantas de Tulsa y McAlester (Oklahoma), donde también se fabrica material para el polémico avión. Asimismo, no descarta tomar nuevas acciones "en el futuro". 

Los recortes en la plantilla de Spirit se han aplicado mucho antes de lo que los analistas esperaban, ya que trabaja con otras compañías de la talla de Airbus y Lockheed Martin Corp. Lo cierto es que Boeing compra las piezas que conforman el 737 MAX a 600 compañías, que actualmente están lidiando con la crisis que atraviesa este modelo de avión.