Tras aprobar recientemente el Gobierno de Portugal la privatización de la aerolínea de bandera del país, TAP Air Portugal, el presidente de la república lusa, Marcelo Rebelo de Sousa, ha vetado la operación y ha devuelto el expediente del proceso de venta, alegando escasa transparencia en el mismo. De esta manera, los grupos interesados en su compra, entre los que se encuentra IAG (matriz de Iberia), tendrán que esperar a la resolución de la disputa. 

Según publica El País, Rebelo de Souza ha solicitado al Ejecutivo en una carta dirigida a su primer ministro, António Costa, que le aclare varios aspectos de esta segunda privatización de TAP, que ya fue privatizada en 2015 y renacionalizada en 2020, tras verse seriamente afectada por la crisis derivada del covid. El jefe del Estado portugués cree que “que se debe garantizar la máxima transparencia durante todo el proceso que conducirá a la decisión de vender el control de la empresa”. 

Y es que, según Rebelo de Souza, el Gobierno luso no ha sido capaz de aclarar tres cuestiones principales a cerca del proceso: cómo podrá intervenir el Estado luso en una compañía “estratégica” si se vende más del 50%, “la posibilidad de alienar o adquirir” cualquier tipo de activos antes de la privatización de la aerolínea y, por último, “las reglas que definirán la elección del eventual comprador”.