Las restricciones y la crisis económica derivadas del Covid están pasando factura a los parques temáticos españoles. La pandemia obligó a este tipo de instalaciones a permanecer cerradas la mayor parte del 2020, lo que les hizo perder un 80% de los ingresos de media, según la Asociación Española de Parques de Atracciones y Temáticos (AEPA).

Es por ello que desde dicha asociación reclaman bajar el IVA de las entradas al 10%, “como se ha hecho con otros proveedores de ocio, cultura y turismo”. “El Gobierno dice que es complicado. Nos queda la vía judicial. No hay justificación para que no nos hayan incorporado”, explica a El Economista el presidente de AEPA, Guillermo Cruz, que a su vez es director general de Isla Mágica (Sevilla).

Insisten en que son necesarias ayudas para un sector que “crea 85.000 puestos de trabajo entre directos e indirectos y que por cada euro que ingresa, genera tres en el entorno donde se ubica”.

Aperturas recientes e inversiones millonarias

Cataluña es una de las comunidades donde la situación es peor, ya que no se ha permitido la apertura de los parques de atracciones o temáticos hasta el fin del estado de alarma (9 de mayo), a diferencia de otras regiones en las que ya se encontraban abiertos: Andalucía, Aragón, Comunidad Valenciana, Madrid y Navarra. De hecho, el PortAventura World y el parque de atracciones Tibidabo (Barcelona) abrieron el pasado sábado.

Para llevar a cabo dichas aperturas con las garantías necesarias, además, han tenido que acometer una inversión de 10 millones de euros para adaptar sus instalaciones a la situación sanitaria —5 de ellos solo para PortAventura World (Tarragona)—.