Según lo explicado el pasado miércoles por Adolfo Utor, presidente de la compañía, el nuevo ferry que la naviera ha encargado a los astilleros de La Naval, en Vizcaya, será un barco inteligente en el que los móviles de los clientes tendrán un papel fundamental. Los dispositivos de los cruceristas funcionarán como llave de acceso a sus camarotes e incluso podrán ser utilizados para realizar los pagos de las consumiciones. Además, el nuevo buque tendrá un techo solar, que abastecerá de energía a las diferentes dependencias del mismo, y n sistema informático que controlará la eficiencia energética y el funcionamiento del crucero. El barco, que está presupuestado en 175 millones de euros, tendrá 240 metros de eslora y una capacidad para 1.800 pasajeros y 350 turismos. Se espera que comience a navegar dentro de 29 meses, mientras, la naviera se plantea la posibilidad de encargar un segundo barco con estas características