El revuelo mediático y político que se ha formado en torno a la venta de bombas del Gobierno español a Arabia Saudí podría acarrear daños colaterales. Y es que, Riad ha amenazado con sancionar al consorcio español que se encarga de la construcción del AVE, que une a las ciudades santas de Medina y La Meca, por los múltiples retrasos que acumula en la conclusión de las obras. 

De hecho, el proyecto debía estar listo para finales de 2017, sin embargo se alargó el plazo hasta marzo de 2018. Entonces, tampoco se pudo cumplir con el objetivo, pues las principales estaciones (Yeda y La Meca) no estaban terminadas. Arabia Saudí, por su parte, permitió el aplazamiento con la condición de que las obras estuvieran totalmente acabadas antes de 2019

Según ha informado El Confidencial Digital, este proyecto está considerado uno de los buques insignia de la 'Marca España' y está valorado en 6.736 millones de euros. Pese a que el contrato inicial, firmado en 2011, contempla una penalización de un millón de dólares por cada día de retraso de la puesta en marcha del 'Ave del Desierto', las autoridades saudíes nunca las han reclamado.  

No obstante, el escenario actual es mucho más tenso que los anteriores, y es que la venta de bombas por parte del Ejecutivo español a Arabia Saudí ha causado revuelo entre la oposición y la ciudadanía, que cuestionan el uso que el país pueda darle a estos artefactos. Por ello, las autoridades saudíes aseguraron que la "relación de confianza y colaboración se había roto" y vertió sus amenazas.

Cabe destacar, que el consorcio español está conformado por 12 empresas, que son: Renfe, Adif, Ineco, OHL, Cobra (ACA), Indra, Consultrans, Copasa, Siemens España, Imathia, Inabensa y Talgo.