La compañía de alquiler de vehículos Hertz ha declarado a todas sus filiales en Estados Unidos y Canadá en quiebra. Este proceso legal en EE.UU. permitirá reestructurar la empresa, que permanecerá abierta pese a todo.

El impacto de la COVID-19 en la demanda de viajes fue repentino y drástico, causando una disminución abrupta en los ingresos de la compañía y futuras reservas”, declararon en un comunicado. Otras compañías del mismo sector se han visto afectadas por la caída mundial del turismo, como es el caso de Europcar, que ha optado por lanzar un bono mensual para particulares.

Según informa Forbes, la compañía se ha visto obligada a tomar esta medida tras no alcanzar un acuerdo con sus acreedores, que solicitaban una compensación adicional por prorrogar los plazos. Su deuda se eleva hasta los 19.000 millones de dólares, de los que 4.300 millones son bonos y préstamos corporativos y 14.400 es deuda respaldada por vehículos.

Cabe destacar que la bancarrota no afecta ni a las subsidiarias con las que el grupo cuenta en Europa y Oceanía ni a las que operan como franquicias.