El gigante turístico TUI ha recurrido ya hasta en dos ocasiones a solicitar ayudas públicas para mantener su liquidez y, por tanto, sobrevivir. La empresa tuvo que solicitar 1.200 millones de euros al banco de desarrollo alemán Kreditanstalt für Wiederaufbau (KfW) el pasado mes de agosto y otros 1.200 millones de euros en ayudas estatales el pasado mes de abril. 

Después de que la compañía haya recibido este apoyo de fondos públicos desde partidos de la oposición están pidiendo que el Gobierno Federal de Alemania tenga poder de decisión en el grupo turístico. Tal y como recoge Pagtour, el Partido Verde considera que el Ejecutivo debería tener voz en temas como el empleo o la protección ambiental.

Consideran que las ayudas estatales deberían estar vinculadas al mantenimiento del empleo y que se cumplan unos estándares ecológicos. “En las negociaciones, el gobierno federal debe trabajar para garantizar que pueda tener una influencia directa en las decisiones estratégicas importantes de la empresa”, insistió Sven-Christian Kindler, portavoz del grupo parlamentario Verde en el Bundestag.

El citado diario apunta que el Gobierno Federal podría unirse a TUI como accionista, con una participación del 9%. Sería así el segundo gran grupo turístico en el que el Estado tendría acciones, después de hacerse con el 20% de las de Lufthansa.