La Comisión Nacional para los Mercados y la Competencia (CNMC) ha dado el visto bueno a la operadora ferroviaria Arriva, filial de la empresa pública alemana Deutsche Bahn, para operar un servicio de tren internacional que una A Coruña con Oporto, es decir, España con Portugal.

Según reseña Europa Press, se trata pues de la segunda empresa privada en lograr la autorización para explotar un servicio feroviario de estas características desde que en 2018 se liberalizó el sector. La primera en obtener dicho permiso fue Intermodalidad del Levante SA (Ilsa), empresa creada por los accionistas de la aerolínea valenciana Air Nostrum, aunque aún no ha comenzado a operar.

El propósito de Deutsche Bahn es unir A Coruña y Oporto con paradas en Santiago de Compostela, Vilagarcía de Arousa, Pontevedra, Vigo y las portuguesas Valença do Minho y Nine. Desde la CNMC consideran que esto no perjudica a Renfe, que tiene consideración de servicio público y recibe subvención estatal.

Desde el organismo consideran que la llegada de Arriva beneficiará a los usuarios porque  "proporciona nuevas frecuencias y posibilitará nuevos servicios combinados con autobús". El objetivo de la compañía alemana es ofrecer cuatro frecuencias diarias en ambos sentidos, que realizarán el trayecto, de 342 kilómetros de longitud, en un tiempo de 2 horas y 46 minutos.