Ayer se hizo público que Thomas Cook Alemania suspenderá todos sus viajes a partir del 1 de enero de 2020. La filial alemana del gigante turístico se había declarado insolvente el 25 de septiembre, sólo dos días después de la quiebra de su matriz, Thomas Cook Group (TC), y pretendía encontrar inversores que supusiesen su salvación, pero estos no han llegado.

Además de a los clientes que ya habían pagado por sus vacaciones con el objetivo de viajar tras el inicio del nuevo año, esta decisión supone un duro golpe para Condor, aerolínea vacacional que pertenecía a TC y que está en negociaciones para encontrar compradores que garanticen su funcionamiento en el futuro como compañía independiente.

Y es que, tal y como informa Le Petit Journal, las reservas de Thomas Cook Alemania suponían alrededor del 15% de la capacidad de Condor para el invierno, es decir, para el período comprendido entre enero y marzo.

Desde la aerolínea han aseverado estar seguros de que podrán “cerrar la brecha en cooperación con otros operadores turísticos”, como ya hicieron con el otoño.

Actualmente, Condor sigue operando gracias al crédito puente de 380 millones de euros que el Gobierno Federal alemán y el Estado de Hesse y que fue aprobado por la Comisión Europea (CE).