Tras muchas idas y venidas, con crisis sanitaria, una posible venta, concurso de acreedores y disputas contractuales; la Justicia ha resuelto por fin el embrollo judicial del lujoso hotel Rey Juan Carlos I. El juzgado de lo Mercantil nº 11 de Barcelona ha dado la razón a la propiedad, Barcelona Project’s y, en consecuencia, ha resuelto el contrato de explotación suscrito con Fairmont Hotels & Resorts hasta 2039 y ha habilitado el acuerdo de gestión anunciado a principios de año por Meliá Hotels International.
La sentencia, recogida por El País, defiende que la resolución del contrato con la marca de lujo de la francesa Accor “era conveniente para la viabilidad de la actividad empresarial, tanto si la concursada contaba con una alternativa clara y definitiva como si no contaba con alternativas”, con el único objetivo de fijar un calendario y una estrategia de reapertura.
No hay prueba directa o indirecta que acredite que la hotelera sufriría un “perjuicio injustificado”
El juez también ha rechazado la indemnización de 19 millones que exigía Fairmont por la resolución anticipada del contrato de gestión que tenía firmado para los próximos 16 años, ya que considera que “no hay prueba directa o indirecta” que acredite que la hotelera sufriría un “perjuicio injustificado” como consecuencia de la ruptura contractual.
Sin embargo, todavía cabe recurso contra la sentencia dictada por el juzgado de la Ciudad Condal y Fairmont ya ha anunciado su intención de interponerlo; a pesar de esto, el grupo mallorquín prevé reabrir el hotel el año que viene bajo la denominación Gran Meliá Miranda de Pedralbes y convertirlo en su buque insignia en Barcelona.