La mayoría de aeropuertos europeos están lidiando con numerosos problemas en el verano de la recuperación, que se traducen en largas esperas e incomodidad para los viajeros. El problema ha sido especialmente acusado en los controles de seguridad, que se han visto abrumados por la carga de trabajo y que tienen problemas para captar más personal.

Ahora, desde el Aeropuerto de Berlín (BER) proponen una solución que, de triunfar, podría extenderse al resto de aeropuertos, cambiando de forma drástica la forma en la que los pasajeros planifican sus viajes.

Según informa el Berliner Morgenpost, los responsables de la infraestructura berlinesa van a poner en marcha este jueves una prueba piloto por la que los usuarios tendrán que reservar, de forma gratuita, franjas horarias para superar el control de seguridad antes de su vuelo.

Consideran que la medida reducirá los tiempos de espera y aclaran que también será posible acudir sin cita.