Tras algunos años de tregua, la guerra entre el Ayuntamiento de Barcelona y Airbnb parece haberse desatado de nuevo. Según denuncia la primera teniente de alcalde, Laia Bonet, la colaboración que se mantenía para perseguir los anuncios de pisos ilegales se ha roto.
Tal y como recoge el diario Ara, desde hace algunos meses, Airbnb ha dejado de eliminar los anuncios de apartamentos turísticos que el servicio de inspección municipal le envía por considerarlos ilegales, una actitud que Bonet calificó de “irresponsable”.
Señalan que el cambio en la postura de la plataforma se detectó en abril. Hasta entonces, tardaba entre cinco y diez días en cerrar anuncios irregulares, siguiendo un acuerdo de 2018.; sin embargo, a partir de ese momento se han contabilizado hasta 800 anuncios ilegales notificados que no han sido retirados. Acusan a la compañía de ser “cómplice de una actividad ilegal” y han iniciado una comisión de investigación al respecto.
Airbnb, por su parte, ha respondido que el problema radica en que el ayuntamiento ha solicitado la eliminación “indiscriminada” de anuncios, incluyendo algunos que no requerían licencia, como los de alquileres de temporada.
Esta ruptura en Barcelona contrasta con los acuerdos en materia de control de oferta ilegal recientemente alcanzados con destinos como Canarias o Ibiza.