Dos adolescentes, de 16 y 17 años, fueron detenidas el pasado jueves en Marrakech por darse un beso, después de que alguien de su entorno las delatara ante las autoridades. La mayor de ellas ha sido trasladada a la prisión local de Boulahjaraz, mientras que la menor ha sido enviada a un centro de menores. No es el primer caso del que se tiene noticia este año. El 9 de marzo, cinco hombres entraron en la casa de un homosexual en el municipio de Beni Melal, en el centro de Marruecos, y le golpearon y exhibieron en la calle junto a su pareja. Marruecos no es un destino LGTBI-friendly. De hecho, el artículo 489 del código penal del país norteafricano, introducido en 1962, condena "los actos licenciosos o contra natura con un individuo del mismo sexo” con penas de hasta 6 años de prisión y multas de 20 a 100 euros. Desde entonces, más de 5.000 homosexuales han sido sentenciados por mantener relaciones con personas del mismo sexo