Japón está decidido a que este año se celebren los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio, que deberían haber tenido lugar en 2020, pero que fueron pospuestos a causa de la pandemia de Covid-19. Para ello, no obstante, tendrá que hacer un gran sacrificio económico: ha renunciado a los visitantes internacionales.

Según informa el canal estadounidense CNBC, los organizadores de la competición deportiva anunciaron el pasado sábado que los espectadores internacionales no podrán entrar este verano en el país para asistir al evento deportivo.

Comunicaron que se devolverá el dinero de las cerca de 900.000 entradas compradas por espectadores extranjeros —600.000 para los Olímpicos y 300.000 para los Paralímpicos—.  Los costes por las cancelaciones hoteleras no serán cubiertos. Toshiro Muto, CEO del Comité Organizador, pidió disculpas y recusó cifrar cuánto costará dicha decisión. Defiende que esta medida está encaminada a garantizar la seguridad tanto de los participantes como del público nipón.

Muto también aclaró que aquellos profesionales involucrados de alguna manera con el evento olímpico podrán entrar al país como es el caso de la prensa especializada, entrenadores, cocineros, fisioterapeutas, autoridades, etc. No obstante, valoran reducir el número total de staff participante.

Los JJ.OO. están programados del 23 de julio al 8 de agosto, los Paralímpicos, del 24 de agosto al 5 de septiembre.