El pasado viernes arrancó la Copa Mundial de rugby, un evento por el que Japón espera recibir a 400.000 visitantes extranjeros. Y es que es la primera vez en sus nueve ediciones que esta competición cuatrienal se traslada al continente asiático lejos de los terrenos de juego tradicionales.

Para el país nipón, este evento sirve como test de cara a los Juegos Olímpicos de Tokio que se celebrarán en el verano de 2020. Y es que tal y como señala la Gazzetta dello Sport, se estima que llegarán 400.000 visitantes extranjeros, principalmente procedentes de Reino Unido, Australia, Irlanda, Estados Unidos y Hong Kong. Se prevé un gasto medio de 165 euros al día.

El torneo se desarrolla en 12 sedes diferentes y se espera un total de 1.728.000 espectadores presenciales con una media de 36.000 personas en cada uno de los 48 partidos programados. La organización ha explicado que ya se han vendido el 96% de las entradas disponibles.

Se espera que la celebración del campeonato genere unos ingresos de 3.600 millones de euros, 500.000 más que la anterior cita acogida por Inglaterra en 2015 que ya registró cifras récord.

Asimismo, el país tendrá la oportunidad de mostrarse a los 217 países que emitirán el torneo en sus televisiones.