La creciente tensión sociopolítica en Oriente Medio está golpeando especialmente a algunos destinos turísticos, como es el caso de Egipto, Dubai o Arabia Saudí, mientras que otros como España, Turquía, Túnez o Bulgaria se están convirtiendo en refugio seguro.

En un artículo publicado en Travel Tturk HaberHüseyin Baraner, secretario general de la Asociación Mundial de Ciudades Hermanas para el Turismo  (TCWTA), afirma que se está produciendo un efecto dominó en la región del Golfo que repercute directamente en la industria turística. Esgrime que la tensión entre Irán e Israel ha paralizado los importantes corredores aéreos que atraviesan la zona y ha obligado al desvío de rutas por motivos de seguridad. Esto se traduce en un espacio aéreo más reducido, incrementando los costes "en plena temporada alta”.

"Existen graves interrupciones, especialmente en vuelos de Europa a Asia y los países del Golfo. Según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), estas tensiones suponen para las aerolíneas miles de millones de dólares en costes adicionales”, explica el experto en turismo.

Esto genera problemas en los flujos de turistas a destinos como Egipto, Dubai (Emiratos Árabes) o Arabia Saudí que, pese a sus esfuerzos en marketing y promoción para atraer al turismo, están perdiendo la batalla contra los destinos clásicos del Mediterráneo Occidental, hacia donde los touroperadores están desviando la capacidad, habida cuenta de la demanda. España vuelve a ser el gran triunfador, donde se exprime cualquier opción —incluido el alquiler vacacional—, mientras que en Túnez o Bulgaria se está buscando contratar cupo en hoteles que aún queden libres.

La oportunidad de Turquía


Baraner también cree que Turquía se puede beneficiar, pero hace hincapié en el hándicap que están suponiendo los altos precios. “El país está considerado como uno de los más caros del mundo: los hoteles son estupendos, pero los paquetes y productos están fuera del presupuesto vacacional de las familias de Europa Occidental", asevera. A ello no ayuda la inestabilidad local, marcada por las protestas contra la detención de Ekrem İmamoğlu, alcalde de la Municipalidad Metropolitana de Estambul y candidato presidencial del CHP.