A principios de la década de los 80, la compañía norteamericana American Airlines decidió poner a la venta un billete, denominado AAirpass, que permitía volar gratis de por vida. Sin embargo, el jugoso billete, que costaba 250 mil dólares, acabó lastrando económicamente a la empresa, provocándole pérdidas millonarias.

Según explica 'Gizmodo', el tentador billete, que fue concebido por el entonces presidente de American Airlines, Robert Crandall como “algo que las empresas comprarían para sus mejores empleados”, implicaba poder volar siempre que se quisiera en primera clase y a cualquier destino. Y aunque en un principio se pensó que atraería miles de millones a la compañía, la realidad es que la picaresca de los clientes acabó por convertir el AAirpass en una de las medidas empresariales menos exitosas de la aviación.

A pesar de que únicamente se vendieron 66 pases, muchos de los compradores se dedicaron a usarlos sin medida; algunos realizaban viajes transoceánicos cada día, otros se levantaban en California y viajaban a Nueva York simplemente para comer, y otros lo usaban para llegar a los aeropuertos y volver a casa, sin tan siquiera salir del aeródromo. Uno de los casos más sonados fue el del banquero Steve Rothstein, el usuario que más veces llegó a utilizar el AAirpass, quien llegó a realizar más de 10 mil vuelos durante veinticinco años. 

En el año 2006, un informe interno de la compañía expuso que AAirpass le costaba a la aerolínea más de un millón de dólares anuales por cliente. Así que, desde entonces, American Airlines estudió minuciosamente los billetes y revocaron aquellos tickets de clientes que habían “abusado” del sistema.

Desde entonces, la compañía fue subiendo los precios paulatinamente hasta llegar a los 3 millones de dólares por pase y, posteriormente, eliminaron por completo la posibilidad. Actualmente, existen las tarifas prepago a un precio fijo y con descuento para los viajeros frecuentes, que requieren un compromiso mínimo de 10.000 dólares por viajero al año. En cuanto a los AAirpass originales, aún siguen siendo válidos aunque no se sabe a ciencia cierta cuántos de los 66 siguen en activo.