La empresa Germania Airlines se declaró insolvente días atrás ante los tribunales de Berlín. Esta repentina noticia ha generado un gran impacto para los principales destinos vacacionales de España, ya que el alemán es uno de los mercados clave. La compañía ya había programado más de 745.000 plazas para 2019, que ahora se disipan de manera repentina, dejando la incertidumbre de si otro operador las podrá cubrir. 

Gráfico 1
En 2018 la capacidad aérea total de Germania para los aeropuertos españoles fue de 817.134 plazas. Operaba principalmente desde los aeropuertos de Núremberg, Bremen y Münster, aunque también operaba de forma importante desde otros aeropuertos, como Berlín Tegel. 
Gráfico 2

Los destinos españoles más afectados por esta quiebra son los isleños: Canarias y Baleares, y en concreto  los aeropuertos de Palma (Mallorca) (la capacidad en 2018 fue de 349.304 plazas), Gran Canaria (129.407), Fuerteventura (118.122) y Tenerife Sur (95.387).

Los meses con más capacidad de plazas en 2018 fueron julio y agosto, con 88.505 y 89.763 asientos respectivamente. Sin embargo, hay que resaltar que el 40% de las plazas de Germania (382.234 plazas) se operaron en temporada baja, lo que suponía un factor muy importante para la ansiada desestacionalización de muchos de los destinos vacacionales españoles.

En 2018, para Palma, el 42% de las plazas (más de 147.000) se programaron durante la temporada baja del destino (del 1 de Septiembre al 31 de abril 2018).

Gráfico 3

En el caso de Canarias, considerando que el pico de su temporada se encuentra en los meses de invierno (del 1 de Septiembre al 31 de abril 2018) la capacidad de Germania en temporada baja era el 49,42% (195.579 plazas).

No solo los dos archipiélagos se verán afectados, pues en el resto de aeropuertos españoles Germania fue responsable de más de 72.000 plazas en 2018, de las cuales el 42% correspondía a los meses no estivales.

La capacidad estimada en 2019 para los aeropuertos españoles era de 745.335, con una distribución mensual y destinos similar a la presentada en el año pasado, por lo se genera una gran incertidumbre sobre lo que va a pasar con las plazas ya vendidas, a la vez que plantea un nuevo reto para los destinos que quieran recuperar la conectividad durante la temporada baja.