La ciudad de Madrid se prepara para el que, previsiblemente, será uno de los acontecimientos del año en la capital española: el World Pride Madrid 2017. Un macro evento que coloca a España en epicentro mundial del turismo LGTBI y que aportará a Madrid la llegada aproximada de unos 3 millones de visitantes, según datos de la Confederación de Comercio de Madrid (COCEM).

En el programa Bungalow103, de Capital Radio, Mireia Pérez, directora de uno de los hoteles de la cadena Axel Hotels, concretamente del hotel Axel Beach Maspalomas, afirmaba que “España es uno de los países mundialmente mejor posicionados en el segmento LGTBI. De hecho, hay destinos pioneros mundiales en turismo gay como Madrid, Barcelona, Sitges, Torremolinos o Maspalomas.”

Pero ¿qué supone en cifras enfocarse a este segmento de negocio?  España recibe más de 6,2 millones de turistas al año de este colectivo, que aportan aproximadamente unos ingresos de 6.300 millones de euros, un 40% más que, por ejemplo, el turismo de negocios. Unos beneficios que llegan directamente a sectores como el de la hostelería, el comercio y el hotelero, piedras angulares del turismo.

Además, según Patricia Picazo, doctora en Turismo y experta en marketing en Silk Marketing “a ello se suma que gastan más en destino y pernoctan más noches; concretamente gastan una media de 152 euros diarios, frente a los 28 euros de media de otros segmentos”

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Sin embargo, a pesar de las positivas cifras del sector, para David Martín, director general de Diversity Consulting, consultoría especializada en productos LGTBI, es necesario tener en cuenta dos puntos importantes para crear una oferta turística especializada y de calidad para el público homosexual. Por un lado “no podemos hablar sin hacer un estudio de mercado, sin conocimiento exacto del segmento”. Y, además, según aduce Martín “hay que saber cómo se debe adaptar el destino y el establecimiento”, sobre todo en lo referente a “normas de conducta u opciones de ocio”. En definitiva, tener en cuenta el "patrón de consumo” de los sub segmentos que se engloban dentro de la categoría LGTBI.

Pero más allá del impacto económico directo, la posición global de España como líder en turismo Queer genera unos beneficios a nivel de promoción turística poco cuantificables, pero nada desdeñables para los expertos del sector. Como afirmaba Mireia Pérez, asociado al turismo LGTBI no está únicamente la concepción de que el destino en cuestión es un “lugar abierto y cosmopolita”, sino que indirectamente se relaciona con “la seguridad y la protección que ofrece el destino a los turistas que lo visitan”.

Sin embargo, si bien los datos económicos muestran claramente la rentabilidad del sector, también es cierto que la reputación de un lugar debiera aspirar a mucho más que a posicionarse como sede del ocio nocturno o de la archiconocida combinación de ‘sol y playa’. Ampliar la mirada y ofrecer cultura, ocio y, en definitiva, más y mejor oferta especializada son algunas de las quimeras que aún quedan por alcanzar dentro de la competitividad de España.