Si bien en un principio, la guerra entre Ucrania y Rusia va a impactar, sobre todo, en los destinos más dependientes de estos mercados —en el caso de España, se tratan de Cataluña, en mayor medida, y la Comunidad Valenciana—, lo cierto es que el carácter global de la industria turística hace que los flujos cambien y que, de prolongarse la guerra, algunos países emisores más estables sean clave.

De ello se muestra convencido José Luis Túnez, presidente de la Asociación de Agencias de Viaje Receptivas de la Costa Dorada (AAVRCD) y director comercial de Viajes Olympia, quien cree que habrá que focalizarse en mercados como Centroeuropa —con especial relevancia de Alemania— o los países nórdicos, que están más alejados del conflicto. “Me temo que otros, por ejemplo, Polonia, se van a resentir más económicamente y van a ser más reticentes a viajar”, aventura en una entrevista con Tourinews.
 

Cataluña tiene una ventaja competitiva adicional: son fácilmente “alcanzables por coche o autobús”, algo que será especialmente importante ya que "los vuelos de avión van a tener precios desorbitados”


¿Cómo competir?


Explica que “va a haber agresividad entre los destinos por captar a estos mercados” y habrá que competir con valores como la calidad, la cercanía y los precios. Todo apunta que destinos como Turquía, que puede perder hasta 9,5 millones de turistas rusos y ucranianos, intensificarán sus esfuerzos en Alemania, el Centro y el Norte de Europa, algo para lo que España y, concretamente Cataluña, deben estar preparados.

“Como nosotros con los precios no podemos competir —los turcos tienen una estructura laboral y de costes que no es comparable—, tendremos que hacer gala de calidad, experiencia, cultura, seguridad y entorno. De hecho, debemos aprovechar mucho el entorno de nuestros hoteles, al lado de puntos de interés cultural, arqueológico, de ocio. Ellos cuentan con complejos con otra fisionomía, resorts aislados del destino”, indica José Luis Túnez.
 

Una de las ventajas de Cataluña es ser fácilmente alcanzable en autobús

Una de las ventajas de Cataluña es ser fácilmente alcanzable en autobús


Además de los aspectos citados, el presidente de AAVRCD considera que Cataluña tiene otra ventaja competitiva adicional: son fácilmente “alcanzables por coche o autobús”, algo que será especialmente importante si se tiene en cuenta que el incremento de los precios del petróleo —a causa de la guerra— provocará que “los vuelos de avión van a tener precios desorbitados”.

El tercer mercado más importante


Si bien Túnez comenta que Cataluña no debe ignorar el impacto que supone la pérdida del turismo ruso —tercero en importancia tras Francia y Reino Unido antes de la pandemia—, rememora que llevan más de dos años sin contar con este mercado, que suponía el 25% de las camas. Y es que, desde que estalló la crisis del Covid-19, el mercado ruso se ha mantenido durante dos años paralizado, ya que la UE no aceptaba como válida a vacuna Sputnik V.
 


 

“Se estaba presionando, especialmente desde Alemania —donde los rusos representan una importante fuente de pernoctaciones— para que se aceptase la vacuna, pero con la invasión de Ucrania, ya no tiene sentido. De hecho, España no está expidiendo visados de turistas a los rusos y se ha cerrado el espacio aéreo”, relata el director comercial de Viajes Olympia.
 

Muchos británicos quieren usar los bonos de reembolso de los viajes que tuvieron que suspender durante la pandemia"


El verano en Cataluña


Túnez subraya que, pese a todo, el verano en Cataluña no va mal en cuanto a reservas. “El turismo británico está empujando fuerte gracias a que este verano muchos quieren usar los bonos de reembolso de los viajes que tuvieron que suspender durante la pandemia. Además, el ritmo de nuevas reservas es bueno”, resalta. De hecho, a excepción del conflicto de Rusia y Ucrania y, si no hay un detonante calamitoso, se muestra confiado en que la temporada estival “va a ser bastante normal”.
 

Salou (1)

Salou, Tarragona


Comenta que supone toda una mejora, ya que el año 2020 “fue calamitoso en general” y en 2021, aunque la temporada inició muy tarde (en junio), el turismo nacional y el francés “sacaron las castañas”. “El pasaporte Covid fue el detonante para que la gente se animase a viajar”, apunta.