La Comisión de Supervivencia de Especies (SSC, por sus siglas en inglés) que pertenece a la Unión Internacional de la Conservación de la Naturaleza (IUCN) ha alertado a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, sobre los peligros que supone la posible implantación del proyecto Zoo XXI en el Zoo Barcelona.
Dicha iniciativa, impulsada por grupos animalistas y aprobada por el consistorio barcelonés el pasado 13 de febrero, propone la clausura del centro a largo plazo. Y es que plantea la prohibición de la reproducción de todas aquellas especies que no puedan ser reintroducidas en las naturaleza. Es decir, el zoológico solo podrá criar a los animales autóctonos, a los que estén amenazados o aquellos para los que existan proyectos de conservación, algo que solo cumplen 11 de las 300 especies que alberga actualmente el zoo. Estas son: el sapillo balear; el alcaudón chico; la tortuga mediterránea; el tritón del Montseny; la gacela dorca; la espátula; la garcilla común; el autillo; el galápago leproso; el buitre negro y el buitre leonado.
No obstante, no está decidido si serán estas once especies las que permanezcan en el recinto catalán o si se aumentará el número, ya que esta decisión depende de la Fundación Barcelona Zoo, que tendrá que pronunciarse en las próximas semanas. El Patronato gestor de dicha fundación tiene una nutrida representación por parte del Ayuntamiento de Barcelona, estando presentes hasta cinco concejales del mismo.
En esta línea, el presidente de la SSC, Jon Paul Rodríguez, se ha dirigido a la alcaldesa, por medio de una misiva, para pedirle que se tome una decisión al respecto “basada en la ciencia” y en la función que realiza el zoológico para la conservación de las especies. Rodríguez destaca la evolución de los zoos, que han pasado de meros expositores de animales a ser un ente por y para la conservación de los mismos, por medio de programas de investigación, de la cría controlada o de la implementación de iniciativas de conservación.
A su vez, pone en relieve la función de los zoos como “líderes en la educación pública”, ya que se esfuerzan en lograr un cambio de comportamiento entre los millones de visitantes que acuden a estos recintos, cada año.
“El Zoo de Barcelona contribuye a esta labor de conservación”, asegura Rodríguez, por medio de programas de cría de especies en peligro de extinción, como las gacelas dorcas, el mangabey de corona blanca o el cercopiteco de Brazza. También, a través de sus programas educativos y de los 1,5 millones de euros que destina la fundación del centro a programas de conservación e investigación.
Mangabey de corona blanca | Foto: Zoo Barcelona
A consecuencia, insta a la alcaldesa de Barcelona a que base sus decisiones en la “ciencia y en la función que hace esta institución para la conservación de las especies”. Para ello, le ofrece los planes de la SSC y de la IUCN para la conservación y reintroducción de especies, así como los equipos de trabajo especialistas en estas áreas, para que la asesoren.
Advertencia de WAZA
No se trata de la primera advertencia que recibe el Ayuntamiento de Barcelona por parte de una organización internacional sobre este tema. Según informa El Periódico, la Organización Mundial de Zoos y Acuarios (WAZA) alertó al Consistorio sobre los "perjuicios de satisfacer las reivindicaciones de los grupos animalistas".
Gazella dorcas | Foto: Zoo Barcelona
