Las protestas que están inundando las calles de Barcelona de forma constante desde que el pasado 14 de octubre se dice a conocer la sentencia que condena a prisión por un delito de sedición a políticos y civiles que participaron en el proceso independentista preocupan a hoteleros, restauradores, comerciantes  y propietarios de apartamentos turísticos.

En un comunicado titulado ‘Alarma en el sector empresarial de Barcelona por la cronificación de las protestas en la calle’ entidades como el Gremio de Hoteles de Barcelona, Barcelona Oberta, el Gremio de Restauración de Barcelona, Comertia y la Asociación de Apartamentos Turísticos de Barcelona (Apartur) alertan de que la situación actual “daña gravemente la imagen, la reputación y la confianza de la ciudad de Barcelona”.

A su vez, expresan su preocupación por la actual situación, que “de no reconducirse”  tendrá consecuencias en el futuro sobre la economía y la sociedad de la capital catalana. Hacen hincapié en las pérdidas económicas que supondría para las empresas y en su impacto en el ámbito laboral. Del mismo modo, alertan de las afectaciones sobre la propia sociedad, pues consideran que supondrá un freno en la llegada de inversiones y talento a la ciudad, y por tanto, a la creación de oportunidades de desarrollo y dinamismo para esta.

Gremi

El Gremi d’Hotels de Barcelona

El Gremi d’Hotels de Barcelona

En este sentido, las organizaciones firmantes reclaman a las administraciones competentes que “muestren una actitud y una voluntad decidida y firme para tratar de tranquilizar esta situación en las calles, y que trabajen para reconducir el debate al marco estrictamente político”. El objetivo sería enviar un mensaje de tranquilidad y estabilidad a nivel local, nacional e internacional, concluyen.

No se trata de las únicas entidades que han advertido al respecto. Recientemente, Jaime Malet, presidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en España, la Asociación de Empresas de Gran Consumo (Aecoc) y el Instituto de la Empresa Familiar (IEF) también apuntaron que la percepción exterior del conflicto que se está produciendo en Cataluña es muy peligrosa y que puede afectar especialmente al sector turístico y a las inversiones.

Los primeros impactos turísticos

Por el momento, el conflicto en las calles catalanas ya ha tenido efectos directos e indirectos en el sector turístico. Un gran número de medios internacionales se hicieron eco de la toma del aeropuerto de Barcelona-El Prat con el consecuente impacto que esto genera en la opinión pública internacional y en la intención de viaje. Asimismo, provocó que la embajada de Estados Unidos en España y Andorra lanzase una alerta de seguridad sobre los viajes a la ciudad condal.

Con el avance de las jornadas de protesta, los propios hoteleros y comerciantes denunciaron pérdidas de facturación, asimismo, se cancelaron diferentes congresos y eventos teniendo un impacto directo en el segmento MICE.

A todo ello se suma que algunas compañías como TUI decidieron que sus cruceros evitasen hacer escala en el puerto barcelonés.