La economía de República Dominicana ha sido puesta como ejemplo de recuperación tras la pandemia a nivel internacional. Una mejoría en la que el turismo ha tenido mucho que ver, tal y como han resaltado diversas autoridades en varias ocasiones. Sin embargo, el país caribeño se ha visto obligado a lidiar con un problema que podría lastrar este éxito turístico: su país vecino, Haití. Es por ello, que el presidente dominicano, Luis Abinader, ha aprovechado la última Cumbre Iberoamericana para pedir, una vez más, ayuda de la comunidad internacional para pacificar Haití.

Tal y como lo ha calificado en dicho acto el presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, Haití se ha convertido en un “Estado fallido” después de que su presidente, Jovenel Moïse, fuera asesinado en julio de 2021. Las bandas criminales han tomado posesión de la capital del país, Puerto Príncipe, controlando el 70% del territorio.

Algunos de los problemas derivados de esta crisis social —como la inseguridad o la insalubridad— han cruzado la frontera y se han trasladado a República Dominicana. El propio Abinader admitió el año pasado que Haití “es una amenaza para la seguridad nacional” dominicana y desde octubre se han detectado en Quisqueya varios casos importados de cólera.

Todo esto puede afectar negativamente a la imagen de República Dominicana cara a sus mercados turísticos. Es por ello, que la ayuda internacional para solventar esta crisis social se torna de vital importancia para Quisqueya. Sin embargo, Abinader lo tiene claro: “Si usted quiere ayudar a Haití, tiene que ir a pacificar Haití”. “Ahora, con la situación como está, no pueden llegar las ayudas, no puede llegar un plan de desarrollo”, especifica.

 

 

En este sentido, el mandatario ya ha adelantado en numerosas ocasiones que República Dominicana no efectuará ninguna acción militar en el país vecino. Quisqueya no cuenta con la capacidad para ello. Abinader considera que existen otras potencias que deberían asumir el liderazgo en la pacificación de Haití, como Estados Unidos, Francia o Canadá. De esta forma, los ciudadanos de estas y otras naciones —que precisamente son de los principales mercados turísticos para República Dominicana— podrán seguir visitando y disfrutando del país caribeño con seguridad. Y es que la violencia y la inseguridad nunca han sido grandes aliados de los destinos turísticos.