La temporada turística en Menorca encara su recta final, con la mayoría de los hoteles preparando el cierre antes de que acabe octubre. Solo una minoría, principalmente establecimientos urbanos, boutique o adheridos al programa del Imserso, prolongará la actividad hasta los primeros días de noviembre. Muchos complejos vacacionales bajarán la persiana ya este fin de semana, confirmando que la ansiada “temporada de nueve meses” vuelve a ser una meta incumplida.

El presidente de la Asociación Hotelera de Menorca (Ashome), Sebastià Triay Fayas, se muestra tajante: “No es cierto que se esté alargando la temporada”. El empresario recuerda que en los años 80 los hoteles llegaban a operar desde marzo hasta noviembre, una situación muy distinta a la actual, cuando la mayoría cerrará en torno al 26 de octubre. Entre los establecimientos que cesan actividad estos días figuran el Sol Falcó de Cala en Bosch, el Globales Lord Nelson de Sant Tomàs o el Barceló Nura de Biniancolla, lo que indica que no se trata de una tendencia exclusiva a una zona de la isla.

El calendario tampoco ayuda: la festividad del 12 de octubre, que este año cae en domingo, ha eliminado un puente que tradicionalmente servía de impulso para las reservas de final de temporada. Solo algunos hoteles, como el Meliá Cala Galdana o el Sol Milanos Pingüinos, resistirán hasta los primeros días de noviembre, aunque representan una excepción en el panorama general.

El sector atribuye esta situación a la falta de conexiones aéreas y a la caída del turismo británico, que históricamente sostenía la ocupación en las semanas finales del año. “El cliente británico ha pasado a ser la tercera nacionalidad en nuestros hoteles”, apunta Triay Fayas en declaraciones a Menorca.info. Asimismo, advierte que la pérdida de este mercado, junto con la reducción de rutas, limita cualquier posibilidad real de desestacionalizar la actividad turística en la isla.