El Ayuntamiento de Barcelona se ha propuesto erradicar totalmente las “rutas de borrachera”, especialmente populares entre los turistas que visitan la ciudad. El consistorio ha aprobado un decreto que prohíbe organizar, vender o realizar circuitos o itinerarios por varios establecimientos o locales de ocio con la única finalidad de consumir bebidas alcohólicas. La normativa, que tendrá una vigencia de cuatro años, también prohíbe la difusión publicitaria por cualquier medio de las actividades relacionadas.
La actividad, conocida como pub crawling, se ha hecho muy popular en la ciudad condal. Normalmente, existe un promotor encargado de buscar grupos de personas y los concentra en uno de los locales para dar inicio al recorrido. Los participantes consumen una o más bebidas —de baja calidad y de forma relativamente rápida— para pasar de inmediato al siguiente establecimiento.
Desde el Ayuntamiento califican la actividad como "un factor de riesgo que genera molestias vecinales, incrementa la presión sobre el espacio público y puede derivar en delitos o infracciones de seguridad vial".
Un fenómeno que no ha dejado de crecer
El fenómeno se inició en Ciutat Vella, una zona muy popular entre los turistas y con una alta concentración de bares y locales dispuestos a integrarse en rutas de este tipo; y luego dio el salto al Eixample. En ambos distritos se impusieron restricciones, desde 2012 y junio de 2024, respectivamente.
Dichas limitaciones hacían especial hincapié el horario nocturno, de 19 h a 7 h. Sin embargo, dado que se ha detectado que esta actividad se produce a lo largo del año y a cualquier hora del día, el nuevo decreto que abarca toda la ciudad establece que la prohibición no sea estacional, sino permanente, y las 24 horas.



