El anuncio del significativo incremento en el precio de las tarifas de entrada a parques y reservas naturales por parte del Gobierno de Kenia ha cogido con el pie cambiado al sector por lo "repentino y drástico" de la medida. Sin embargo, profesionales de la industria del safari como José Serrano, propietario y gerente del campamento Enkewa Camp, en la Reserva Nacional Masái Mara, encuentra justificada la medida, ya que la situación empezaba a estar “al límite” debido a la masificación turística.

“Si bien la medida ha sido muy repentina, casi un susto de golpe, ya que se ha anunciado sin haber avisado a la industria del safari previamente, la respuesta es que, si realmente este incremento se utiliza para la mejora de la conservación y para la mejor atención a las comunidades, bienvenido sea”, destaca Serrano, que el año pasado recogió en representación de Enkewa Camp el Premio Tourinews 2022 a la Iniciativa de Desarrollo Social.

El Servicio de Vida Silvestre de Kenia (KWS, por sus siglas en inglés) ha anunciado un plan general para incrementar de forma significativa el precio de las entradas que dan acceso a todos los parques, reservas y santuarios naturales del país a partir de 2024. La mayor afectada ha sido Masái Mara —principal reserva natural keniana—, en la que se han casi triplicado las tasas, mientras que en el resto extensiones protegidas el incremento ha sido del 25%.  A partir del próximo enero, las tarifas de entrada a la reserva para turistas pasarán de 40 dólares para el periodo enero-junio y 80 para el de julio-diciembre, a 100 y 200 dólares, respectivamente. “La propuesta inicial del KWS era realizar una subida de tarifas mucho mayor en Masái Mara, pero finalmente se fijó en un máximo de 200 dólares para los turistas”, comenta el empresario de safaris.

Visitantes en uno de los parajes verdes de la Reseva Nacional Masái Mara (Kenia) | Foto: Enkewa Camp

Visitantes en uno de los parajes verdes de la Reserva Nacional Masái Mara (Kenia) | Foto: Enkewa Camp

Impacto en la ocupación


Serrano reconoce que la medida afectará a las tasas de ocupación que venían manejando hasta ahora, aunque en el caso particular de Enkewa Camp no cree que la situación les afecte en demasía. “A cada una de las propiedades nos toca organizarnos de alguna forma para mantener la ocupación que tenemos actualmente. En Enkewa, como solemos tener un perfil de cliente medio-alto, tal vez notemos algo menos esta subida de tarifas porque es gente que ya está haciendo un esfuerzo y tiene la capacidad para hacerlo un poquito mayor” explica. Sin embargo, reconoce que en el caso de viajeros que escogen otros conceptos de safaris, más económicos, puede que la medida les haga replantearse Kenia como destino y acaben optando por otras zonas de África.
 

 Evidentemente, nos afectará, pero no creo que produzca una bajada de clientes que nos haga replantearnos el negocio”


Así y todo, indica, no se ha producido un gran rechazo por parte de los turistas, pese a lo “repentino y drástico” de la subida. “Es cierto que habrá casos en los que superará el presupuesto de los clientes, pero como el argumento detrás de la subida tiene un sentido de conservación y de desarrollo de la comunidad, mientras se usen los fondos para estas iniciativas no habrá una respuesta negativa”, apunta Serrano. De hecho, destaca que hasta el momento no han sufrido cancelaciones debido a la nueva medida. “Evidentemente, nos afectará, pero no creo que produzca una bajada de clientes que nos haga replantearnos el negocio”.

“De golpe” y vagamente explicada, pero necesaria
 

La principal crítica de empresarios de la industria del safari, como José Serrano, a la medida anunciada por el Gobierno keniano es la forma en la que se ha hecho, ya que el motivo —reducir la cantidad de visitantes y aumentar la inversión en conservación— lo consideran legítimo y justificado. “Ojalá se hubiera informado más y existiera una estrategia de marketing pensando en dar a conocer el motivo de la subida y qué se pretende hacer con ella. Los que vivimos en Masái Mara tenemos información directa y estamos más al tanto, pero no ha habido una estrategia para divulgar a toda la industria del safari la llegada de este cambio y el por qué. Ha sido muy de golpe”.
 

 No ha habido una estrategia para divulgar a toda la industria del safari la llegada de este cambio y el por qué”


Pese a todo, reconoce que la medida será positiva para el ecosistema de Masái Mara, que en los últimos años ha tenido que convivir con altos niveles de saturación turística. “Probablemente en la zona en la que está Enkewa experimentaremos menos esa descongestión, porque tradicionalmente ha sido una zona de poco tránsito. Sin embargo, a la reserva le viene bien reducir el número de visitantes y vehículos que circulan por ella porque realmente estaban empezando a tener un impacto negativo en algunas zonas”, advierte.

El propietario de Enkewa Camp apunta que la reserva empezaba a estar “al límite” por cómo se había superado la capacidad máxima de visitantes. De hecho, indica que ya antes de la pandemia, en 2019, esta se había excedido y, aunque la crisis sanitaria supuso un respiro, “entre 2022 y este 2023 se han vivido momentos de descontrol”.