La Asociación de Líneas Aéreas (ALA) ha pedido este lunes al nuevo Gobierno de España que impulse “cuanto antes” los incentivos para desarrollar la producción de combustible sostenible para la aviación (SAF, por sus siglas en inglés). Desde la patronal de las aerolíneas ven claves estas ayudas para favorecer la implantación de este biocombustible y reducir la brecha de precio respecto al convencional.

Así lo ha manifestado el presidente de ALA, Javier Gándara, durante su intervención en la III Cumbre del Clima organizada por ALA, Colegio Oficial de Ingenieros Aeronáuticos de España y la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Aeronáutica y del Espacio, quien ha incidido en que el Ejecutivo “debe concretar las ayudas al SAF”.

Durante su intervención en la mesa redonda ‘Sostenibilidad, principal reto de la aviación’, el líder de la patronal ha incidido en que el sector aéreo está “sumamente comprometido” con alcanzar las cero emisiones netas en 2050 y, por ello, cuenta con una hoja de ruta con una combinación de soluciones para conseguirlo, incluyendo el SAF, “la medida más eficiente en el corto plazo”.

Javier Gándara, presidente de la Asociación de Líneas Aéreas (ALA) | Foto: ALA

Javier Gándara, presidente de la Asociación de Líneas Aéreas (ALA) | Foto: ALA

“Pedimos al nuevo Gobierno que apueste por políticas que promuevan la investigación y el desarrollo de soluciones que avancen en la descarbonización del sector frente a aquellas que puedan reducir la actividad aérea, como la promoción del desarrollo del SAF mediante incentivos para escalar su producción”, ha señalado Gándara.

El SAF permite reducir en un 80% las emisiones de CO2 del ciclo de vida del combustible y ya es posible mezclarlo en un 50% con el combustible convencional sin requerirse ninguna adaptación. Sin embargo, existen algunas barreras a abordar para que se implemente con éxito, ya que es un producto escaso. En 2019 representaba el 0,1% del total del combustible y, por otro lado, es entre tres y seis veces más caro que el queroseno convencional, con lo que su elevado precio también podría suponer una barrera a la hora de implementarlo.

ALA considera que abordar estas limitaciones es indispensable no solo porque el SAF es una oportunidad para descarbonizar el sector aéreo, sino porque “tiene el potencial de convertir España en un centro de producción y exportación al resto de Europa”. Según un informe de PwC, si en España se desarrollasen las entre 30 y 40 plantas de SAF que se necesitan para cubrir las necesidades de la aviación, se generarían 56.000 millones de euros de PIB y 270.000 nuevos puestos de trabajo.