La aerolínea de bajo coste Vueling ha solicitado la intervención de las administraciones públicas para instaurar plantas de producción de combustible sostenible para la aviación (SAF, por sus siglas en inglés) en Cataluña. La ausencia de ese tipo de biocarburante en España se hizo patente hace escasos meses, cuando la matriz de la compañía, IAG, anunció que se veía obligada a importarlo desde Reino Unido y Estados Unidos.

En declaraciones de su CEO, Marco Sansavini, recogidas por La Vanguardia, la low cost ha pedido apoyo público, incluso con “inversión directa” a nivel estatal o autonómico, para impulsar este proyecto en el que estaría “dispuesta a invertir”. 

Esta semana, Vueling ha dado a conocer un informe encargado a la consultora PwC que sostiene que la industria del SAF, capaz de reducir entre el 80 y el 100% las emisiones de CO² respecto al combustible tradicional, puede generar más de 40.000 puestos de trabajo en Cataluña.

El citado informe sostiene que la región tiene potencial para acoger cuatro plantas de producción de combustibles de este tipo. Según PwC, la primera podría empezar a construirse en 2025 y a generar combustible sostenible en 2030, mientras que las otras dos estarían listas en 2035 y la cuarta en 2040.