Los analistas del Deutsche Bank han subido el nivel de calificación de las acciones de Ryanair basándose especialmente en la fuerza de los ingresos por servicios complementarios de la compañía, es decir, aquellos al margen de la venta de billetes. 

Entre estos servicios se incluye los cargos por facturación, la prioridad de embarque, la reserva de asientos o la comida en vuelo, así como otros elementos como los seguros de viajes.

Este cambio en la opinión de los corredores de la entidad germana, que en septiembre no eran tan optimistas, se debe a la estimación de que la aerolínea irlandesa tendrá más ingresos procedentes de los servicios complementarios que de la venta de tickets en 2020. A su vez, los analistas han reconocido el modelo desarrollado por la compañía asegurando que “los ingresos auxiliares son más firmes y estables que las tarifas”.

Además, han destacado los altos márgenes de este tipo de ingresos que actualmente son del 65%. Así, de los 1.570 millones de euros facturados el pasado año, la compañía habría obtenido 1.000 millones de euros en beneficios.

Esta percepción está reforzada por las declaraciones mediante las que Michael O’Leary, director ejecutivo de la aerolínea de bajo coste, aseguró que la compañía planea ofrecer vuelos totalmente gratuitos dentro de una década.