La historia se ha vuelto a repetir en la ciudad arqueológica de Chichén Itzá (Yucatán, México). Y no es que los mayas hayan regresado, sino que lo han hecho los turistas incivilizados. El pasado sábado, un visitante procedente de Polonia volvió a violar la prohibición de subir la escalinata del templo de Kukulkán y subió a lo alto de la pirámide.

Esta vez, los presentes en el lugar no fueron tan “amables” con el turista como lo fueron con la tijuanense que subió el pasado 21 de noviembre, a la cual solo zarandearon y tiraron del pelo. En esta ocasión, los visitantes del templo llegaron incluso a golpear al “vándalo” con un palo por su osadía al subir al monumento considerado una de las 7 maravillas del mundo moderno.
 


“El turista que subió, este sábado 28 de enero, sin permiso, la escalinata poniente del Castillo, fue detenido y después de 12 horas de arresto administrativo fue puesto en libertad”, ha explicado José Arturo Chab Cárdenas, titular del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), entidad que gestiona la zona arqueológica.

Asimismo, Chab Cárdenas también ha especificado que el turista polaco ha recibido una multa de 5.000 pesos (unos 263 dólares). Según informa el diario 20minutos, el joven subió al templo con el objetivo de hacer fotografías para publicarlas en sus redes sociales. Sin embargo, aunque cumplió con la primera parte de su plan, las autoridades le ordenaron borrar las imágenes.