La exposición a un “agente biológico infeccioso o a químicos tóxicos” podría haber causado la muerte de la agente de Thomas Cook y su marido, Susan (63) y John Cooper (69). El matrimonio pereció el pasado agosto, en su habitación del Steigenberger Aqua Magic Hotel de Hurgada (Egipto), donde disfrutaban de unas vacaciones.

Según ha informado TravelMole, el doctor Nick Gent, miembro del equipo del Public Health England, descartó, en un informe preliminar, la muerte de la pareja por causas naturales, así como por radiación, por intoxicación por monóxido de carbono o por alimentos.

Gent manifestó al tribunal que está llevando el caso, que lo más probable es que los Cooper fallecieran por una exposición a un “agente biológico infeccioso o a sustancias químicas tóxicas”. No obstante, incidió en que no hay información suficiente para determinar la causa de la muerte.

Lo cierto es que las autoridades británicas no han recibido, por el momento, los informes necesarios para continuar con la investigación, solicitados a Egipto. Al parecer, el Ejecutivo presidido por Theresa May ha pedido hasta en 13 ocasiones estos documentos, por medio de encuentros oficiales.

La autopsia original, realizada en Egipto, determina que el matrimonio pereció por una intoxicación alimentaria, provocada por la bacteria E. coli. Sin embargo, se llegó a especular con que los Cooper podrían haber perdido la vida por la inhalación de un potente pesticida, con el que habían rociado la habitación contigua.

En este sentido, el tribunal maneja la información de que Susan y John notaron un fuerte olor a acetona en su habitación, motivo por el cual la nieta de ambos, que se hospedaba con ellos, decidió trasladarse con su madre. 

Los registros del hotel muestran que los servicios del personal de limpieza fueron solicitados, al menos tres veces, en la habitación de los Cooper antes de que fallecieran. También, recogen que la habitación contigua fue fumigada por un fuerte pesticida.