Un avión medicalizado A330 de la Unidad Médica de Aeroevacuación del Ejército del Aire y del Espacio (UMAER) acudió al rescate del turista español que permanecía durante un mes en la UCI en Tailandia y que había agotado todas las vías posibles para su repatriación.

Alexander García Galas, que actualmente permanece hospitalizado en el Hospital de Cruces, en Baracaldo (Vizcaya) por una pancreatitis grave, llegó a España el pasado domingo tras vivir una auténtica odisea.

"Cuando hay una situación difícil, ahí están las Fuerzas Armadas, ahí está el Ejército del Aire y del Espacio, para hacer lo que haga falta con cualquier español en cualquier lugar del mundo", ha aseverado la ministra de Defensa, Margarita Robles, en declaraciones recogidas por Antena 3.

La odisea de Alexander


La odisea de este hombre de 36 años, natural de Basauri (Bilbao), pero residente de San Sebastián, empezó antes de salir de España, hace más de un mes, cuando acudió al centro de salud con molestias y fue despachado con un diagnóstico de gases. El 19 de febrero emprendió junto a su pareja un viaje a Tailandia, previa contratación de una póliza de salud con 100.000 euros de cobertura.

Apenas una semana después, empeoró y fue ingresado en el hospital Samitivej de Bangkok por una "pancreatitis necrotizante de origen biliar". Transcurrido un tiempo y, ante su grave situación, se iniciaron los intentos para repatriarle a España por parte de su seguro.

En su primer intento de regresar en un avión comercial, se le impidió embarcar, puesto que estaba vomitando. Regresó al centro hospitalario donde empeoró, siéndole diagnosticada una neumonía y sufriendo un paro cardiaco. La familia de Alexander García, pidió al seguro que pusiese a su disposición una ambulancia aérea, puesto que la cobertura de repatriación era "ilimitada", pero estos se negaron, por lo que fueron sus propios allegados quienes abonaron el importe para fletar una ambulancia aérea privada con dos médicos a bordo. Pero también se rechazó su traslado al considerar que no se podían cubrir las necesidades del paciente.

Finalmente, se solicitó la intervención del Ministerio de Defensa, que fletó el A330 con un equipo de 11 sanitarios, incluyendo anestesistas, intensivistas, enfermeros de cuidados críticos y técnicos en aeroevacuación.