Un hombre natural de Memphis (Tennessee, EE.UU.) falleció 48 horas después de contraer la bacteria conocida como “come carne” en una playa de Florida, donde había pasado un día de vacaciones con su mujer e hija.

Según ha informado 20minutos, Dave Bennet se desplazó con su familia hasta la zona de Destin el pasado viernes, 12 de julio, donde practicó esquí acuático y navegó en un barco. De acuerdo con el relato de su hija, Cheryl, “al día siguiente despertó con fiebre, resfriado y calambres”.

El hombre decidió trasladarse hasta un hospital de Memphis, donde le detectaron una herida en la espalda, descrita por su hija como “un terrible mordisco” que “no estaba ahí antes”. "Los médicos dijeron que sus órganos estaban demasiado afectados y que su sangre era demasiado ácida para mantenerse con vida. Se murió el domingo por la tarde", confesó Cheryl en la red social de Facebook.

Bennet había padecido cáncer hacía unos años, por lo que su sistema inmunológico estaba debilitado. Finalmente, la autopsia determinó que había contraído la bacteria Vibrio vulnificus, que prospera en el agua marina y genera la infección bacteriana fascitis necrosante (conocida como bacteria “come carne” por la forma en que daña a los tejidos).

La enfermedad

La fascitis necrosante es una enfermedad rara que puede ser causada por diferentes bacterias, algunas de las cuales están presentes en el mar y pueden acceder al organismo a través de una herida abierta. Las personas con sistemas inmunológicos debilitados se consideran un grupo de riesgo.

Los primeros síntomas suelen ser pequeños pero dolorosos cortes o arañazos en la piel, seguidos de intenso dolor, fiebre o resfriado. De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU., una de cada tres personas que contraen esta enfermedad muere.

Otros casos

No se trata del único caso de muerte por bacteria come carne en Florida. El pasado 26 de junio falleció Lynn Fleming, una mujer de 77 años de Ellenton (Florida), que pasaba unas vacaciones en el ‘estado del sol’. Dos semanas antes de su muerte, estaba paseando por la orilla de la playa cuando se hizo un corte en la pierna, que se infectó con la citada bacteria.

A finales del mes pasado, a su vez, una niña de tan solo 12 años, que había viajado hasta Florida con sus padres desde Indiana, contrajo esta enfermedad, contra la que todavía está luchando. Los CDC informan que desde 2010 se han diagnosticado entre 700 y 1.200 casos al año de esta dolencia, aunque se sospecha que la cifra es mayor.