Lo que se prometía como una jornada divertida en el desierto al son de la música electrónica ha devenido en tragedia para los miles de asistentes —muchos de ellos extranjeros— al Nova Festival, celebrado en Kibbutz, cerca de la franja de Gaza. Militantes del grupo yihadista Hamas asaltaron el evento abatiendo a tiros a muchos asistentes y secuestrando a otros.

Según informa The Times of Israel, se han contabilizado más de 250 cuerpos de las víctimas de este ataque terrorista. Se desconoce cuántos han sido secuestrados y llevados, posiblemente, a Gaza.

Los jóvenes habían disfrutado de una noche completa de música para celebrar la fiesta judía del Sucot y amanecieron el domingo, 8 de octubre, bailando. Se vieron sorprendidos por las sirenas, explosiones y la llegada de los terroristas de Hamas, tanto en vehículos como en paracaídas, que comenzaron a disparar a los asistentes que emprendieron una huida desesperada para evitar la muerte o el secuestro.


Las imágenes del asalto que se han compartido a través de redes sociales atestiguan el pánico y horror vivido. Han sido especialmente llamativas las de una joven israelí llamada Noa Argamani, que lloraba desesperada rogando por su vida y por la de su novio, mientras era secuestrada en motocicleta por los asaltantes.