Las Autoridades de seguridad australianas están investigando un “incidente grave” de seguridad cometido por trabajadores de Malaysia Airlines en el Aeropuerto de Brisbane.

Según informa Channel News Asia, un avión de la compañía malaya despegó del aeropuerto australiano sin que ningún miembro de la tripulación ni personal de tierra notase que los tubos de Pitot del avión estaban cubiertos. Este dispositivo sirve para medir la velocidad del viento en aparatos aéreos, por lo que el hecho de que estuviese cubierto provocó que las mediciones “no fuesen fiables”.

El incidente en cuestión tuvo lugar el pasado 18 de julio de este mismo año, cuando un Airbus A330-300 despegó desde Brisbane a Kuala Lumpur (Malasia) y se vio obligado a regresar y aterrizar de nuevo, paralizando la pista principal del aeropuerto australiano durante más de 90 minutos.

Tras el suceso, que no provocó heridos, las investigaciones de la Comisión Australiana de Seguridad en el Transporte (ATSB) determinaron que los tres tubos de Pitot de la aeronave estaban cubiertos.

Ante el error, la tripulación admitió que no están acostumbrados a colocar y retirar las cubiertas. El aeropuerto de Brisbane recomienda que estas sondas permanezcan cubiertas mientras los aparatos están en pista, sin embargo, las propias cubiertas llevan advertencias en las que se puede leer que se “retiren antes de volar”.

Así, tras el incidente, la ATSB ha lanzado una circular informativa para recomendar a todos los operadores aéreos que tenga un “cuidado particular” al respecto y que “revisen sus procedimientos”.

Una advertencia que resulta muy necesaria si se tiene en cuenta que en la última década se han producido al menos 15 incidentes en los que un avión de pasajeros llevaba sus tubos de Pitot cubiertos o parcialmente bloqueados.