Los polos turísticos y la alta cantidad de visitantes que conllevan atraen a ciertos proveedores de servicios que ven en las grandes concentraciones de gente la oportunidad de hacer negocio. Así, es normal que en los lugares más concurridos haya cafeterías, tiendas de souvenirs, vendedores ambulantes, food trucks, etc.

Y, al parecer, no hay límites con tal de ser rentable. Muestra de ello es la furgoneta de helados que se ha instalado en las inmediaciones de la infame “Puerta de la Muerte” de Auschwitz, el mayor centro de exterminio del nazismo, a 40 km de Cracovia (Polonia).

Tal y como refleja Times of Israel, la apertura de este puesto en el que se ofrecen helados y gofres ha generado críticas entre muchos visitantes, profesionales y de los responsables del propio Museo de Auschwitz- Birkenau, aunque se ubica fuera de los terrenos de esta área conmemorativa. “No es solo un ejemplo de falta de gusto estético, sino también de falta de respeto a un lugar histórico especial”, han recalcado portavoces de la entidad al citado periódico.

Y es que el puesto ambulante, rotulado con las palabras ‘IceLove’ en vivo color rosa, despierta un debate sobre si es ético implantar este tipo de negocios a las puertas de un complejo de exterminio en el que fueron asesinadas 1,2 millones de personas.

Ante el revuelo causado, las autoridades locales han reiterado que fue instalado sin permiso y se iniciaron los procedimientos para retirarlo.