Uno de los animales más emblemáticos del Zoológico Nacional de El Salvador, el hipopótamo Gustavito, fue asesinado el pasado fin de semana. De momento, no han encontrado a los culpables.

El ministro de Seguridad de la nación, Ramírez Landaverde, ha declarado que aunque no hay pruebas contra los empleados o el personal de seguridad de las instalaciones, "no se descarta nada". 

Según fuentes del zoo, se cree que los asaltantes atacaron al símbolo del centro con armas punzantes durante la noche del sábado. Al día siguiente, los cuidadores notaron que este actuaba de forma extraña, no quería comer y no salía de la piscina. Cuando los veterinarios lo examinaron encontraron heridas de gravedad en el cuello y en la cara. Su estado empeoró el domingo y murió a última hora de la noche. 

El suceso ha causado consternación entre la población salvadoreña que sentía una gran simpatía por el mamífero. Ahora condenan lo sucedido y exigen que se capture a los culpables. Humane Society International ha ofrecido una recompensa de 2.370 euros a la persona que aporte información fidedigna sobre el asesinato. 

Aunque esta es la versión oficial de los hechos, otra está cobrando fuerza a medida que pasan los días. El Sindicato de Trabajadores de la Secretaría de Cultura (SITRAMEC) apunta que Gustavito llevaba enfermo dos semanas y que el miércoles cayó sobre unos hierros en el recinto donde habitaba, algo que le produjo las heridas de las que se hablan. La organización indica que la muerte podría ser consecuencia de la negligencia del centro, al no haberle proporcionado el medicamento adecuado.