La cumbre del G-7, que se celebrará en Biarritz (Francia) del 21 al 26 de agosto, va a provocar alteraciones en el tráfico aéreo de España.

Según ha informado El Confidencial, el gestor de navegación aérea, Enaire, ha alertado sobre las restricciones que se llevarán a cabo esos días, con motivo de la cita. Se trata de un “dispositivo de seguridad que incluirá al aeropuerto de San Sebastián y al espacio aéreo adyacente al mismo, mediante la creación de una zona restringida”.

Desde el operador aeroportuario Aena aclararon que el aeropuerto de San Sebastián permanecerá operativo durante la celebración del G-7. No obstante, a pesar de que se permitan los vuelos regulares, las aerolíneas deberán solicitar las acreditaciones pertinentes para cumplir las condiciones de penetración en el espacio aéreo francés, durante la maniobra de aproximación.

En cuanto a los vuelos no regulares, sin importar que sean privados o comerciales, deberán quedarse en tierra, a no ser que estén directamente relacionados con la celebración del evento. 

A su vez, Enaire reparó en que la terminal vasca "no podrá seleccionarse como aeródromo alternativo en los planes de vuelo que se presenten para el período del 23 al 26 de agosto", a excepción del "tránsito de defensa aérea en apoyo al plan de seguridad, servicios de emergencia sanitaria y de salvamento, tránsito de vigilancia, operaciones de las fuerzas y cuerpos de seguridad". 

Por otro lado, detalló las aeronaves que no podrán sobrevolar esta zona durante la celebración del G-7, que son: aeromodelismo; aviación ligera, de ocio y deportiva (clubes); acrobacia aérea; paracaidismo; parapentes; ultraligeros; autogiros; aerostación libre, cautivo y de lanzamiento de linternas; actividad de fotografía aérea, incluyendo drones; actividad de drones/RPAS, y helicópteros.

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Elaboración: El Confidencial | Fuente: Enaire

Seguridad en la frontera

Los jefes de Gobierno y altos representantes de Francia, Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Japón, Italia, Canadá y España, que es el país invitado, se darán cita en la cumbre del G-7. Al evento también asistirán las máximas autoridades de la Unión Europea, por ello el ministro de Interior español, Fernando Grande-Marlaska, y el francés, Christophe Castaner, han coordinado un dispositivo de seguridad, que también implica a las autoridades del País Vasco, Aragón y Navarra.  

Así, la Policía Nacional y la Guardia Civil están trabajando en un macrodispositivo de seguridad que contará con, al menos, 1.000 agentes. Lo cierto es que Castaner ha pedido a su homólogo francés que impida la entrada a Francia de radicales de extrema izquierda, que puedan alterar el orden público y poner en riesgo a los líderes mundiales. Ante estos posibles escenarios, se realizará un despliegue absoluto por tierra y aire, lo que pone en jaque a la operación retorno