El COVID-19 también ha puesto contra las cuerdas a Islandia, un destino estacional que ha experimentado un 'boom' turístico en los últimos años. Recientemente, el gobierno islandés anunció que se realizarán pruebas diagnóstico de coronavirus a todos los pasajeros que aterricen en el aeropuerto de Keflavík, a partir del 15 de junio. Los que den negativo se librarán de una cuarentena obligatoria de 14 días. 

De acuerdo con Frommer's Travel Guides, la temporada turística en Islandia se concentra desde mediados de junio hasta agosto, por lo que al país europeo le urge que el turismo se recupere cuanto antes de la crisis sanitaria. Así, la evolución de la pandemia, tanto en el destino como en los mercados de origen, será crucial para sus resultados turísticos. 

El boom turístico

Pese a ello, el país lleva inmerso en su proyecto de desestacionalización desde 2017. Lo cierto es que el turismo ya había experimentado un crecimiento notable en Islandia desde 2010, pero fue 2016 el año que marcó un punto de inflexión con la llegada de cerca de dos millones de turistas, un 40% más que el año anterior. De hecho en diciembre de 2016 recibió un 411,6% más de turistas que en el mismo mes del año anterior.

En 2017, el destino europeo superó la barrera de los dos millones de turistas, con 2.195.271 visitantes, lo que supuso un incremento interanual del 24%, según la Junta de Turismo. En 2018, recibió 2,5 millones, un 5,5% más, y en 2019 sufrió un desplome del 14,2%, hasta alcanzar cerca de dos millones de visitantes. 

Pruebas diagnóstico

Para recuperar cuanto antes el turismo, los viajeros que lleguen a Islandia se someterán a pruebas diagnóstico en el interior del aeródromo citado, pero podrán trasladarse a sus alojamientos para esperar por los resultados, que deberían estar listos ese día. Aquellos que viajen al país con un certificado que acredite que no presentan la enfermedad, podrán ser sometidos de nuevo a las pruebas en el destino, si el documento no resulta fiable. 

Por el momento, el país ha logrado contener el virus, gracias precisamente a la realización de pruebas diagnóstico. Con la medida anunciada, pretende evitar la importación de casos y que se registren rebrotes. A este respecto, el ministro de Relaciones Exteriores, Gudlaugur Thor Thordarson, manifestó: "No queremos sacrificar nuestros buenos resultados en la batalla contra el COVID-19, pero al mismo tiempo estamos dando un paso para abrir el país y poner en marcha la economía de nuevo".