Las sirenas de alarma están sonando en la industria turística de Países Bajos después de que se haya hecho pública la intención del Gobierno de aplicar importantes cambios en las vacaciones escolares del curso 22/23.

Los ministros Dennis Wiersma, de Educación Primaria y Secundaria; y Robbert Dijkgraaf, de Educación, Cultura y Ciencia, planean alargar una semana las vacaciones de Navidad y reducir las de verano. Según explica WNL, la idea del gabinete es anticiparse a lo que ocurrió en los dos años anteriores en los que los picos de infecciones de coronavirus se concentraron tras las vacaciones navideñas y se tuvo que ampliar el período de descanso para dar margen de cuarentena.

Frank Oostdam, presidente Asociación de Touroperadores y Agencias de Viajes de Países Bajos (ANVR), se ha mostrado crítico y la ha calificado como una “idea desafortunada”. Alerta sobre la posible “pérdida financiera”, ya que su temporada alta en la que se concentran todas las ganancias, queda reducida a cinco semanas. Por tanto, propone “abolir las vacaciones escolares colectivas y dar flexibilidad a las familias con niños”.