La pasada semana, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos anunció que exigiría una prueba PCR o de antígenos a todos los viajeros internacionales que lleguen por vía aérea a partir del 26 de enero. Rápidamente el sector turístico de los principales destinos vacacionales de los estadounidenses, como es el caso de México y de República Dominicana, se movilizó para ofrecer este tipo de pruebas, sin embargo, ahora ya no serán suficientes.

El recientemente nombrado presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmó una orden el pasado jueves en la que impone una cuarentena de 7 días a los viajeros, pese a que a su llegada hayan presentado una prueba negativa. Esto dificultará aun más el flujo de turistas hacia los principales destinos vacacionales del Caribe.

La orden también hace un llamamiento a las agencias estatales para que "tomen medidas de inmediato" y exijan el uso de mascarillas en aeropuertos, vuelos comerciales, trenes, embarcaciones marítimas públicas, incluidos ferries, servicios de autobuses interurbanos y todo el transporte público, aunque les otorga la capacidad de emitir exenciones.

No se ha indicado cuándo entrará en vigor esta normativa, explica Reuters.

Más medidas

Biden también ha comunicado que reimpondrá la prohibición de entrada de ciudadanos no estadounidenses que hayan estado recientemente Brasil, Reino Unido, Irlanda y la mayor parte de la Europa continental.

Asimismo, quiere prorrogar el dictamen de octubre de la CDC que impide que los cruceros partan y naveguen desde Estados Unidos hasta, al menos, mediados de febrero.