Con casi 10.000 contagios diarios por Covid, Bélgica, el octavo mercado emisor de turistas a España, se ha visto obligada a aplicar nuevas restricciones. A partir del 19 de octubre, los bares y restaurantes permanecerán cerrados durante un mes y se aplicará un toque de queda desde medianoche hasta las 5 de la mañana, tomando así medidas similares a las de Francia o Países Bajos.

Dentro del marco de estas normas, la venta de alcohol queda prohibida más allá de las 20:00h y los únicos restaurantes que podrán abrir, al igual que en Cataluña, serán los que dispongan de comida para llevar y tendrán que cerrar a las 22:00h. Las tiendas y eventos culturales y deportivos seguirán abiertos al público con limitaciones de aforo.

El Gobierno trata así de limitar las relaciones sociales, por ello también limita los encuentros en domicilios a máximo 4 personas y que deberán ser entre las mismas durante al menos dos semanas. El teletrabajo será obligatorio siempre que sea posible, según recoge la información de El Mundo.

Entretanto, la mascarilla sigue sin ser de uso obligatorio y se permite la realización de deporte al aire libre. Por su parte, los mercadillos navideños, uno de sus grandes atractivos turísticos, quedan suspendidos.

Entre el 6 y el 11 de octubre se contaron 6.000 contagios de media diaria y el día 12, 8.500. Según reconoció el portavoz interfederal del Covid-19 belga, Yves Van Laethem, se esperan 10.000 nuevos casos para este martes. Todo ello en un país de una población de 11 millones de habitantes.

Estos datos hacen que la situación epidemiológica sea preocupante para el sector turístico belga y también para los países que, como España, considerado segundo destino vacacional favorito de los belgas, se nutren de turistas de esta nación. Concretamente en 2019 viajaron 2,5 millones de turistas belgas a España.