China quiere retomar sus lazos de unión con Europa y para ello, su presidente Xi Jinping ha anunciado una inyección de 70.000 millones adicionales para impulsar el plan global de infraestructuras. En 2013, el líder chino anunció que relanzaría la vía habiendo invertido hasta el momento 134.000 millones de euros para las infraestructuras.

El objetivo de la potencia es mejorar su red de ferrocarriles de alta velocidad, puertos, centros logísticos y otras infraestructuras para recuperar las vías terrestres y marítimas que antaño hicieron de nexo entre África, Europa y Asia. Este restablecimiento contribuiría a convertir al gigante asiático en uno de los principales centros mundiales, pudiendo rivalizar con Estados Unidos en cuanto a influencia.

El presidente chino ha explicado sus planes en una cumbre con todos los países que comprenderán la nueva Ruta de la Seda entre los que se encuentran Rusia, Turquía, Grecia y España; pidiendo que se sumen al proyecto atrayendo apoyo financiero y a empresas de la construcción, aunque aseverando que será China quien lleve el peso económico del proyecto.

Por el momento ya ha logrado el apoyo de muchos de los líderes presentes, entre los que destaca el presidente griego Alexis Tsiripas, que mostró muy entusiasmado con poder captar este tipo de inversiones.

En caso de materializarse este plan se producirá una mejora en las conexiones entre Asia, Europa y África, algo que podría acelerar la llegada de turistas chinos, unos de los más codiciados, a países como España.