Las autoridades francesas han alertado de que algunos productores están haciendo pasar el vino español por francés. En concreto, se han detectado 10 millones de botellas de vino rosado español (7 millones de litros) puestos a la venta como si se tratase de vino francés, lo que supone un fraude conocido como “afrancesamiento”.

Las autoridades galas penan esta actuación con multas de 300.000 euros, cifra que puede aumentar hasta el 10% de la facturación, así como con hasta dos años de prisión.

Según ha informado El Economista, los agentes de la Dirección General de la Competencia, el Consumo y la Lucha contra el Fraude (DGCCRF por sus siglas en francés) denunciaron esta práctica tras una investigación realizada en el año 2016 y 2017 sobre el etiquetado del vino que se genera en Francia, así como de la cadena de suministro, productores, importadores, intermediarios y distribuidores.

En 2016 se analizaron 179 establecimientos, detectándose irregularidades en el 22% de ellos. Mientras, el año pasado se analizaron 564 centros, de los que el 15% presentaban anomalías. Estas irregularidades correspondían a la confusión del etiquetado así como en el fraude de afrancesamiento.

Al respecto, el director adjunto de la DGCCRF, Alexandre Chevallier, manifestó que se ha descubierto este tipo de fraude en cuatro grandes productores y que afecta a más de 7 millones de litros, lo cual equivale a unos 10 millones de botellas. En este sentido, el vino a granel español se compró, en 2016, a 0,34 euros/litro, mientras que el equivalente galo a 0,75 y 0,90 euros/litro.

Las autoridades investigarán próximamente otros 2.414 establecimientos de Francia, donde también se incluyen restaurantes y bares, donde se suele obviar el origen del producto en la carta de vinos, así como utilizar denominaciones comerciales inconclusas o incurrir en el citado afrancesamiento.