La ciudad de Vigo (Pontevedra) se mantiene como una de las pocas en toda Galicia que sigue sin habilitar zonas específicas para el estacionamiento de autocaravanas y vehículos camperizados. A pesar de recibir un gran número de turistas amantes del caravaning cada año, el Ayuntamiento olívico hace oídos sordos a las reclamaciones del sector.

La carencia de campings específicos o estaciones de abastecimiento de agua y gestión residual para este segmento turístico obliga a los viajeros a estacionar en aparcamientos públicos y vías cercanas a las playas, con el consecuente riesgo de ser multados por la Policía Local. “Supuestamente, solo podemos ocupar el sitio de un coche si estacionamos aquí. No se pueden abrir las ventanas y las furgonetas no pueden abrir el techo, algo que no molesta a nadie”, explica a La Voz de Galicia David Mosquera, un turista venezolano que viaja por el litoral gallego en su autocaravana. 

Esta situación contrasta con las zonas aledañas a Vigo, donde la mayor parte de los municipios cuentan con áreas habilitadas para el aparcamiento de autocaravanas y campers. Nigrán tiene hasta cinco zonas de descanso; Bayona, Cangas, Sanxenxo o incluso localidades más pequeñas, como Salceda de Caselas o Salvaterra de Miño ofrecen servicios de desagüe para los tanques o tomas de electricidad a precios reducidos. “En Portugal o en otras localidades españolas como Vilagarcía de Arousa, puedes vaciar las aguas grises por un euro y coger electricidad por dos, algo totalmente asequible. En Vigo, o vas a un camping o nada”, lamenta Mosquera.