La avenida paralela al polideportivo de Magaluf (Mallorca) se ha convertido en una parada de autobuses improvisada donde los turistas se montan en dichos vehículos dirección a la avenida marítima de Palma para embarcarse en diferentes excursiones náuticas. Hasta aquí todo parece normal y lícito, si no fuera porque, según ha denunciado Acotur, en realidad se trata de ‘party boats’ encubiertas.

En este sentido, cabe recordar que la ley balear contra el turismo de excesos o turismo de borrachera prohíbe estrictamente este tipo de fiestas en barcos en las que suele darse una alta ingesta de alcohol por parte de los asistentes.

Según informa Diario de Mallorca, las quejas de Acotur se suman a las llegadas desde la Asociación de Vecinos del Paseo Marítimo de Palma. Dicha agrupación ya avisó a principios de la temporada de los ruidos producidos por este tipo de fiestas en barcos.