Tras la moratoria hotelera, el Ayuntamiento de Barcelona ha anunciado que prohibirá la apertura de nuevas tiendas de 'souvenirs' en ciertas zonas de la ciudad.

Según ha afirmado Janet Sanz, teniente de alcalde, el objetivo es que facilitar la convivencia entre visitantes y residentes: “Barcelona no es un souvenir, es una ciudad real en la que la gente quiere vivir y los turistas quieren ver”.  La medida lleva vigente desde 2008 y afectaba hasta ahora a Ciutat Vella, la Sagrada Familia y su entorno y el Park Güell. Ahora se ampliará su ámbito de aplicación a otras 16 manzanas próximas a la basílica proyectada por Antonio Gaudí, las calles circundantes al Park Güell, así como al Barrio de Sant Antoni, el entorno del Camp Nou y al de la Casa Vicens.

A su vez, el consistorio ha hecho público el plan de usos de 40 manzanas del barrio de Sant Antoni, donde se limita la apertura de bares, restaurantes, locales de degustación, tiendas de conveniencia y todas aquellos establecimientos dedicados a actividades vinculadas con el turismo.