Se está produciendo un sorprendente fenómeno de flujos turísticos hacia algunas poblaciones del interior de España. Visitantes procedentes de Portugal, Francia o Italia acuden buscando amapolas, más concretamente, adormideras, cuyo fruto es la base para la producción de opio y sus derivados.

Tal y como recoge El País en un detallado reportaje, España es el mayor productor mundial de opio y paja de adormidera, con la empresa Alcalibe (perteneciente al fondo de inversión británico GHO) como única entidad autorizada por el Ministerio de Sanidad para el control de los cultivos en España y la fabricación de los fármacos derivados. Cuenta con más de 11.000 hectáreas, especialmente en Castilla-La Mancha, pero también en las provincias castellanoleonesas de Valladolid, Burgos y Palencia. Y estos son los destinos en los que se aventuran los visitantes a la búsqueda de estos cultivos secretos de las ‘amapolas reales’.

Álvaro Gallardo, portavoz de la Comandancia de la Guardia Civil de Toledo, explica al citado diario que, durante el mes de mayo, en las carreteras se comienza a notar el aumento de jóvenes extranjeros que recorren la provincia buscando en las cunetas las flores que sirven de señuelo para encontrar los grandes campos.

La actividad de los jóvenes turistas se salda en la mayoría de las ocasiones con detenciones y, en los peores casos, con el hallazgo de cadáveres de aquellos que fallecen por sobredosis en el consumo.