Aerolíneas Argentinas suspendió de manera preventiva las operaciones de ocho aviones Boeing 737-800 equipados con motores de la marca CFM. La decisión ha llegado después de un fallo registrado en uno de los propulsores del vuelo AR1526, que cubría la ruta entre el Aeroparque Jorge Newbery de Buenos Aires y el Córdoba y debió aterrizar de emergencia en Ezeiza. La compañía aclaró que la medida “se centra exclusivamente en los motores” y busca garantizar los máximos estándares de seguridad.
El incidente ocurrió poco después del despegue, cuando la tripulación detectó una anomalía técnica en uno de los motores. Siguiendo los protocolos establecidos, el avión fue desviado al Aeropuerto Internacional de Ezeiza, donde aterrizó sin inconvenientes y los 160 pasajeros desembarcaron con normalidad. Desde la compañía subrayaron que se implementaron los protocolos internacionales.
La aerolínea informó que el fallo estaría relacionado con un componente específico de los motores CFM, que también ha provocado incidentes similares en otras aerolíneas de la región. Aunque estos motores tienen un ciclo de revisión recomendado cada 17.200 despegues y aterrizajes, ninguno de los implicados se encontraba cerca de ese límite. Por ello, la empresa solicitó una evaluación técnica al fabricante antes de reincorporar las aeronaves.
Además, Aerolíneas Argentinas mantiene contacto con otras compañías aéreas que operan el mismo tipo de propulsor y con las autoridades regulatorias locales e internacionales para establecer un criterio común de resolución. “Esta suspensión preventiva es resultado de la aplicación de criterios de máxima exigencia en materia de seguridad”, señaló la empresa en un comunicado.
El incidente obligó a cerrar temporalmente el Aeroparque Jorge Newbery, aunque la operación se normalizó horas más tarde. La compañía aclaró que la medida no implica cancelaciones masivas de vuelos, aunque sí una reorganización temporal de su programación mientras se completan las revisiones técnicas.