El sector hotelero de Mallorca se ha posicionado en contra de las últimas declaraciones de la presidenta de Baleares, Francina Armengol, en las que reclamó una subida salarial "histórica" y "sostenida en el tiempo", tras la temporada turística de éxito que ha vivido este año la Comunidad Autónoma. Los empresarios solo aceptarían subidas de salarios moderadas y diferenciadas por tipos de negocio, para no contribuir a aumentar la inflación. 

"Si nuestra economía se ha recuperado con más fuerza que ninguna otra, si el turismo ha generado unos resultados que los empresarios consideran históricos, la negociación para actualizar los salarios en los próximos meses tiene que prever subidas igualmente históricas". Estas fueron las palabras que han encendido la polémica entre el sector empresarial mallorquín, especialmente en el turístico. Maria Frontera, presidenta de la Federación Hotelera de Mallorca (FEHM), condenó que el Ejecutivo balear se posicione del lado de los postulados de los sindicatos e intente modificar el último convenio firmado, que ya incluyó subidas de sueldo, y que "sigue vigente hasta marzo del 2023".

"Hay que recordar de dónde venimos, porque hemos pasado unos años muy duros en los que se han seguido aplicando las subidas. Hay que ser realistas, porque una cosa es la facturación y otra los beneficios", señaló Frontera al medio Mallorca Diario. "La sensación es que existe un acoso a los empresarios, con la nueva ley, los fondos europeos que no llegan y mil promesas que se anuncian y no se concretan", concluyó la presidenta de la FEHM.

"Implementar la inflación en los salarios, como exigen los sindicatos, supondría un drama para la economía", señaló también Carmen Planas, la responsable de la Confederación de Asociaciones Empresariales de Baleares (CAEB), que añadió que "adecuar el incremento salarial en función de la inflación supondría subir el paro y el cierre de muchas empresas".